El metiche de marras

Monday, October 23, 2006

De expectativas apresuradas

Estuve el fin de semana en un rimbombantemente llamado "Encuentro Nacional de artistas Independientes", el cual resultó poco más que un honestísimo intento de amalgamar una confusa idea de colectividad. Fue notoria la inexperiencia en estos menesteres de los organizadores, enternecedora su idea de colectividad y satisfactoria su enorme capacidad de asimilación de dicha experiencia.
Fui porque me avisaron que había ganado el primer lugar en el concurso literario que organizaron en ese festival. Finalmente, para el currículum no significará gran cosa, pero fue bueno porque regresé a la parte inicial de todo recorrido por estos trotes de la promotoría cultural.
y espero que para el siguiente haya algo más sólido, mientras tanto, a esperar.

Friday, October 20, 2006

de expectativas desairadas

Pues ayer llegué alrimbombantemente nombrado "Encuentro nacional de artistas independientes", en Iztapalapa. Ya llegando me temí que la cosa no iba a ser para tanto. De cualquier manera me acomodé lo mejor que pude a las circunstancias. Fui el único que llegó de fuera del estado de México y el DF. El único que llevaba cosas para vender o intercambiar. (No, en realidad mi intención es vender hasta los consejos). Un evento tras otros, sin poder decidir cual era el más deslucido, algún curioso al que venderle cositas y hasta ahí.
Considero que no hay arte más autodestructivo y tan poco retroalimentativo que la pintura. Un pintor cuelga un cuadro y ya se acabó la actividad. No hay manera de ponerte a hacer algo entre pintores. Y ayer lo que abundaba eran pintores. Si por lo menos hubieran instalado un taller de creación en ese momento...
En fin. Fui el primero en irse a dormir y uno de los últimos en levantarse. Todos los individuos tienen despertadores en sus celulares, lo que me hizo sentir levemente idiota al apagar el mío. Voy ahora a desayunar y ver que tal pinta este día.
Ya veré.

Tuesday, October 17, 2006

de la crónica cruda al melodrama

El fin de semana fui, después de varios años de no hacerlo, a un taller literario.
Encontré varias cosas que pensé y pensé, pero en mi acostumbrado afán de reduccionismo, creo que no alcanzaré a dejar consignados aquí. De cualquier manera intentaré hacerlo.
Me encontré algunos conocidos, lo que contribuyó a perder ciertas expectativas de frescura. Lo que me llamó la atención es que dos de ellos, ganadores de sendos concursos, leyeron trabajos que se me hicieron muy planos. Eso me desequilibró porque a estas alturas esperaría que su trabajo me sorprendiera estilísticamente.
Lo siguiente es que mi propio trabajo, que a mis hojos es crudo, me acabó pareciendo un melodrama tramposo, cosa que quiero evitar pero que las críticas y comentarios no me ayudaron a clarificar.
en fin, espero que en el siguiente, ya con un texto menos "elevado" y más en el tono de lo que sentí, pueda sacar mayor provecho.
Ya lo contaré.

Tuesday, October 10, 2006

de encuentros oportunos

ayer estaba preocupado porque el dinero (como siempre) no es tan recurrente en mi bolsillo.
Caminaba por una calle en dirección al, en ese momento, único posible salvador de mi economía. Un diputado al que le hice una solicitud económica. Iba temeroso de recibir otra negativa (sería en ese caso la segunda), y de suceder así estaba por entregarme a la desesperación. Pues caminaba, repito, cuando a pocos pasos se me reveló la tonalidad inequívoca de un billete de mil pesos. cogí el billete y caminé sudando frío. Ya estaba en mi mano, dentro de mi bolsillo, materializándose en mi ánimo, la solución a mis problemas.
Pero estaba angustiado, no contento, no eufórico. Iba temeroso, asustado. Porque si bien eso resolvía mi preocupación, al mismo tiempo me generaba muchas otras. ¡Que tal si el que lo había perdido regresaba a buscarlo? o que alguien me hubiera visto levantar el billete y en este momento venía tras de mi? o si por hallar algo bueno perdía, en compensación kármica, otra cosa? Así que sin mayores averiguaciones me dirigí inmediatamente a depositar ese dinero a la caja de ahorro.
Que tal eh?
Mil pesos hallados en el camino es uno de esos sueños a los que recurría constantemente como buen mexicano, para solucionar mis carencias. Y ayer me sucedió.
Ahora me siento ligeramente culpable y en recompensa estoy considerando seriamente la posibilidad de entrar a trabajar en alguna cosa.
veré como me pinta el resto de la semana.

Saturday, October 07, 2006

de críticas pasmadas

Encontré a un viejo amigo formado en la cola de un banco. Con más barba, más panza y más desfachatez. Nos saludamos y lo primero que comentó fue mi evidente aumento de talla. No es que haya engordado tanto; he embarnecido como suele decirse. El caso es que a partir del primer saludo comenzamos algo que me parecio un pesado deja vu. Las últimas veces que nos hemos visto hemos repetido un cierto ritual de cuando él era aún un sociólogo con ideales. Ahora está casado, adocenado en un empleo de escritorio, casado y pendiente de un hijo único, una casa de interés social y un perro de raza en el que los tres vuelcan todas sus expectativas.
Yo soy así ahora?
Encontrarme con conocidos que ceban sus frustraciones en mis recién reajustados parámetros de vida es retroceder un poco hacia aquello que intento rodear.
Me ayuda en cambio rolar con aquellos amigos que tienen proyectos, que siguen en el cotorreo, que imaginan nuevas formas de entretenerse. ellos son mis motivos para seguir siendo hombre. los que se han hecho responsables, trabajadores, esos me matan.