...ecos de canciones que nutran la nostalgia.
La inevitable sensación de que sin letra estarían mejor ciertos trazos de guitarras, compases de baterías, voces que aullan, coros que acompañan sensaciones gloriosas.
Si todo lo que escucho durante el día se combinara, quizá acabaría encontrando el soundtrack perfecto para el rodaje de mi vida en el escenario cotidiano.
Pero siempre habrá quien se empeñe en destrozar las emociones que genera la música poniéndole letras pendejas.
Y yo que me la pasé seleccionando lo mejor de la música de esta semana en combis, internet, radio y ipods de relativos cuates.
Llegó a valerme madres que fueran Heavys épicos, banales pops radiales, combativos hardcores, megalómanos reggetones o corajudos corridos.
Lo importante fue ubicar la dispersa identidad de esta cosa que me está carcomiendo y que ya no llenan los hipócritas caminos y los personajes que a cada rato ofrecen aventón.
Pinches carreteras a la perdición convenenciera.
Pinches Cadillacs negros y pulidos.
Pinches camionetas rojas retacadas de mariguana.
pinches chevrolets oxidados que transportan mi dolor.
pinches lotes de autos usados/robados que se ofrecen al mejor postor cual putas fugas de espacio-tiempo.
pinches opinadores, pinches todos, pinches ganas de estar chingando la madre, de cagar el palo, de entrometerse en lo que yo quiero sentir/saber/gritar/hacer.
Ah, la de veces que ha de suceder a partir de ahora...
Otra canción sin letra por favor.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment