El metiche de marras

Wednesday, February 27, 2008

Chapulines

Tlaxcala es una olla de chapulines.
Hay un hervidero de saltones, salteadores y saltapatrás en tan diminuto espacio que forzosamente el zumbido llega hasta los confines del tlecuil político.
Cada movimiento hecho por personajes de mediana índole, se convierte en pretexto azuzador para otro de igual ralea. Actualmente ni la sacrosanta cultura se escapa.
Y así sea en Tlaxcala capital, en Tetlanohcan o en Atltzayanca, Tequexquitla y Zacatelco. En todos lados se cuecen habas.
En Tetlanohcan matan a un individuo y encarcelan a seis, y un cabrón azuza al pueblo para que destituyan al presidente municipal.
En Atltzayanca se recibe una lana federal para construcción de un gran centro cultural, y los nuevos funcionarios municipales se la gastan dizque en nómina en lo que les liberan presupuesto. Aunque este dinero se recibió desde noviembre y el presupuesto ya les ha sido liberado, parece que la lana se va a deshilachar como lavada en tequexquite.
En Tequexquitla se presume de presidente “de migrante a funcionario público, él sí sabe de lo que carece el pueblo”. Regatea con avaricia de viejo los apoyos que otorgaba el municipio a madres solteras, a cultura y a abastecimiento de obra pública.
En Chiautempan apenas llegadito y destituyen al presidente municipal y ponen a su suplente, quien de sopetón y sin esperarlo, el poder le queda como piedra al cuello. Beneficiado el ahorcado de tradición carnavalesca, que tuvo tela de donde cortar para disfrazar de juegue el rencor social.
Y en el ITC ni para que decirlo, si ustedes deberán saber como se las gasta don Sabino Yano.
La última declaración que leí en los diarios locales, era, con diferentes palabras: “No tenemos nada, no hemos hecho nada, no hemos planeado nada”. Y eso que desde hace meses andaba muy ufano, hablando de un nuevo teatro (Como si hiciera falta) que complemente al Xicohtencatl. Unos cinco millones que se inyectarían al MAT para proyectos de gran calibre, una mejora estructural de las casas de cultura de los ayuntamientos o tantas otras cosas que en realidad se han venido convirtiendo en respuestas del tipo: No, pues no se puede. No hay presupuesto. Se canceló. El director dijo que siempre no.
Y lo que se comenta de forma paralela es: Pues que el director y sus cojines han estrenado camionetas. El director está remodelando su casa en Puebla. El director ya contrató harto muchacho guapo para sentirse y sentarse a gusto. El director y Calderón se metieron a fuerzas en el comité de seguimiento de Atltzayanca y aquello se va a pudrir y a lo mejor la lana se regresa. El director la neta ni dirige nada.
¿Hacia donde se dirigirá entonces esta ollita de chapulines que es nuestra Tlaxcala?

2 comments:

Beatriz said...

Y yo al principio pensé que te referías a los bichitos saltones, de todos colores, que se mueven a la menor provocación y que nomás revuelven la maleza, pero luego me di cuenta que te referías a los bichotes saltones, de todos colores, que se mueven a la menor provocación y que nomás revuelven la maleza.

Gonzalo said...

Cray con esos bichitos y bichotes que saben moverse y son literalmente parte de esa maleza que no deja caminar en Tlaxcala.